Sonos Beam Gen2: Review

La Sonos Beam de segunda generación es la mejor barra de sonido compacta que puedes comprar a día de hoy. Se trata de un rediseño de la Sonos Beam original, que va acompañado de dos mejoras: la compatibilidad con Dolby Atmos y la inclusión de un puerto HDMI eARC.

A pesar del compacto tamaño de esta barra, el sonido que ofrece es de altísima calidad, quedándose a la mitad de lo que puede ofrecer una Sonos ARC, aunque su precio es también la mitad de lo que cuesta aquella. En términos generales, la Sonos Beam Gen2 es una barra ideal para quien busque la mejor calidad de sonido posible en un tamaño de barra de sonido compacto, y en este análisis te cuento todo lo que has de saber sobre ella.

Jose

Sonos Beam Gen2

Sonos Beam Gen2

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Una barra compacta que proyecta un sonido impropio para el tamaño que tiene. Sonos ha mejorado aún más esta segunda generación, que ahora dispone de HDMI eARC y Dolby Atmos, y la nueva disposición de drivers internos saca provecho de ello, con efectos aéreos más pronunciados y una burbuja de sonido que genera un campo envolvente sorprendente para una barra que mide solo 65 cm de ancho. Sin duda, la referencia en lo que respecta a barras de sonido compactas.

Una barra compacta que proyecta un sonido impropio para el tamaño que tiene. Sonos ha mejorado aún más esta segunda generación, que ahora dispone de HDMI eARC y Dolby Atmos, y la nueva disposición de drivers internos saca provecho de ello, con efectos aéreos más pronunciados y una burbuja de sonido que genera un campo envolvente sorprendente para una barra que mide solo 65 cm de ancho. Sin duda, la referencia en lo que respecta a barras de sonido compactas.

8/10

Puntuación

Muy buena

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Especificaciones de la Sonos Beam Gen2

Diseño y controles

Esta segunda generación de la Sonos Beam es prácticamente idéntica a la primera, y la barra tiene hasta el mismo tamaño y peso. Con un ancho de solo 65 cm, es una de las barras más compactas del mercado, y este es, sin duda, su principal reclamo.

En apariencia parece también calcada a su antecesora, pero si nos fijamos atentamente la malla que protege los drivers ha sido sustituida por una rejilla perforada de policarbonato. Es un cambio muy sutil pero realmente logra la sensación de ser más estilizada.

Por lo demás, ya digo que la barra es idéntica, y hasta tiene idénticos controles y en la misma ubicación: en la parte superior unos botones táctiles del control de la reproducción y un botón para activar/desactivar el micrófono son los únicos controles que hay en la barra. Como es costumbre en Sonos, se prescinde de mando a distancia y la marca nos obliga a usar su app (disponible para Android y iOS) para el control total de las funciones de la barra.

Una de ellas es TruePlay, tecnología de ajuste que emplea los micrófonos de un dispositivo iOS para analizar la acústica del salón y aplicar ajustes automáticos al ecualizador con tal de proporcionar el mejor sonido posible. La pega es que solo funciona con iOS.

El resto de usuarios deberán conformarse con el resto de funciones de la app, que incluyen un modo nocturno para comprimir el rango dinámico, potenciador de las voces para escuchar con mayor claridad los diálogos, el ecualizador gráfico y la integración de servicios de música en streaming, como Spotify, Tidal, Amazon Music…

Sonos es también de las pocas marcas fabricantes de barras de sonido que ofrecen sus productos en varios colores, en este caso blanco y negro. La Sonos Beam también puede colgarse en la pared, aunque necesitarás un soporte opcional que se debe comprar aparte.

Conexiones y formatos

La Sonos Beam Gen2 es igual de parca en conexiones que la primera generación, con un único puerto HDMI eARC. Sonos ha tenido por bien incluir en la caja un adaptador que permite conectar la barra al puerto de audio digital óptico del televisor, así que podremos usar dos tipos de conexiones. Eso sí, no hay puertos HDMI de entrada, lo que significa que cualquier dispositivo adicional (reproductor de BluRay, videoconsolas) deberá ir conectado obligatoriamente al televisor.

Una de las diferencias clave entre la primera Sonos Beam y esta Gen2 es que el puerto HDMI es eARC y permite el paso de Dolby Atmos y Dolby True-HD. Lamentablemente, esta segunda generación sigue obviando los formatos DTS, aunque este es un problema común en el resto de barras de sonido de Sonos.

Otra ausencia común en Sonos es la del Bluetooth, de manera que la única conexión inalámbrica posible es el WiFi, con la que podremos hacer uso de AirPlay 2 de Apple, Chromecast de Google y Spotify Connect. Además, y gracias a la presencia de una matriz de micrófonos, tenemos integrada en la barra los asistentes de voz de Alexa y Google.

Drivers y calidad de sonido

Por fuera, la Sonos Beam Gen2 es prácticamente calcada a la primera Sonos Beam. Sin embargo, por dentro hay otra diferencia sustancial: hay dos transductores más que añaden dos canales, sumando un total de cinco. Así que hablamos de una barra 5.0, con un tweeter para las frecuencias altas, cuatro woofers para las medias y bajas, y dos radiadores pasivos para mejorar los graves.

Al igual que en la Sonos Beam original y que en la Sonos ARC, así como la mayoría de altavoces de Sonos, cada driver cuenta con amplificadores clase D, lo que marca la diferencia respecto a la mayoría de barras de sonido, dotando a esta Sonos Beam Gen2 de una gran potencia sin distorsión a niveles de volumen altos.

Respecto a la primera Sonos Beam, esta segunda generación también lleva un procesador más rápido y eficiente que permite, además de procesar la señal Dolby Atmos, generar un haz de sonido más vertical en los canales laterales.

¿Cómo se traduce todo esto en términos prácticos? Pues de forma resumida: si la primera Sonos Beam sonaba fantásticamente bien, esta segunda Sonos Beam suena aún mejor. Realmente la nueva capacidad de procesamiento y disposición de drivers logra, antes que nada, un sonido aún más espaciado y envolvente, lo cual resulta increíble para el tamaño de esta barra; y después, ese refuerzo de los radiadores pasivos se nota también, con unos bajos más potentes y controlados.

Además, algo que se podía apreciar en la Sonos Beam original era que los agudos eran demasiado brillantes y sibilantes en ocasiones, pero esto se ha corregido en esta Sonos Beam de segunda generación. El balance entre todas las frecuencias es perfecto sin necesidad de ecualización.

Obviamente, no todo es perfecto. Los graves, aún siendo muy buenos para tratarse de una sola barra de sonido, pecan de falta de extensión en las escenas más exigentes. Y los efectos verticales con Dolby Atmos tampoco pueden equipararse a los que proporcionan equipos con más canales verticales, e incluso a lo que ofrece la Sonos ARC, barra de sonido con una capacidad de inmersión muy superior a esta Sonos Beam.

Aún así, el efecto envolvente de esta Sonos Beam Gen2 es muy notable, y más teniendo en cuenta su tamaño tan compacto. Resulta alucinante comprobar cómo la Sonos Beam genera un campo sonoro extenso midiendo tan solo 65 cm de ancho. En este sentido es una de las piezas de ingeniería más bien diseñadas en el mercado del audio, no solo de las barras de sonido.

Y al igual que ocurría con el modelo original, la Sonos Beam Gen2 resulta aún más impresionante con música, escenario en el que esta barra se acerca mucho a la calidad de un Sonos Five, y eso son palabras mayores porque hablamos de unos de los mejores altavoces del mercado. Con toda seguridad, la extensión de graves del Sonos Five es muy superior a la del Sonos Beam, pero esta proporciona mayor separación estéreo, siendo también una perfecta candidata para quien busque un reproductor musical versátil y de gran calidad para el salón.

Lo bueno de Sonos es su ecosistema, en el cual hay un subwoofer y unos altavoces, los Era 1000, que puedes juntar de manera inalámbrica a la Sonos Beam para formar un equipo Home Cinema de 5.1.2 canales y de una calidad de sonido extraordinaria. Bien es cierto que por lo que cuesta formar este conjunto de altavoces puedes comprar una barra más completa, como la Samsung HW-Q990D, pero está bien saber que si compras la Sonos Beam Gen2 y más adelante quieres ampliar y mejorar la barra, puedes hacerlo.

Alternativas

La alternativa más obvia a la Sonos Beam Gen2 es la Sonos Ray de la misma marca, barra aún más compacta que esta, pero claramente un escalón o dos por debajo en cuanto a calidad de sonido, y sin HDMI eARC y, por tanto, sin Dolby Atmos, pero obviamente también más económica.

El doble de cara, pero también doblemente superior, es la Sonos ARC, una fabulosa barra de sonido que proporciona uno de los sonidos envolventes más increíbles del mercado con solo una única barra y sin necesidad de altavoces traseros. Sin embargo, es una barra que mide más de un metro de ancho, y por precio está claro que juega en otra liga.

Probablemente, la mejor alternativa por similitud de tamaño y calidad de sonido sea la Samsung HW-S60D. Para ser justos, esta barra de sonido compacta de Samsung no llega a sonar tan bien ni tan amplia como la Sonos Beam, pero es más barata y cuenta con conexión Bluetooth, lo que puede ser de interés para muchos.