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Beoplay M5

Beoplay M5: Magnífico diseño para un sonido decepcionante

Una de las recientes incorporaciones al catálogo de Bang & Olufsen ha sido el Beoplay M5, un altavoz que desde el primer momento que lo vi me llamó la atención por su precioso diseño.

También, evidentemente, porque lleva el sello de Bang & Olufsen, una marca de reputado prestigio en este del audio, y que ya lleva un tiempo lanzando al mercado altavoces inalámbricos de muy buena calidad.

En esta ocasión estamos ante un altavoz WiFi con capacidad multiroom, es decir, que puede emparejarse con otros altavoces de la línea Beoplay multiroom de la compañía. Pero además de su conectividad WiFi, también tiene Bluetooth, e incluso un conector de 3.5mm para conectarlo por cable.

Tanto en diseño como en conexiones, el Beoplay M5 tiene una pinta estupenda, y solo falta comprobar si su sonido está a la altura. En este análisis te contaré mi experiencia con él para que te puedas hacer una idea de lo que vas a encontrarte, si es que estás pensando en comprarlo.

Beoplay M5: Características claves

Beoplay M5
  • woofer, 1 mid-woofer y 2 tweeters
  • Amplificación de clase D
  • Bluetooth, WiFi y entrada auxiliar de 3,5 mm
  • Gestión con app Beoplay, Spotify Connect o Chomecast
  • Tamaño de 16,5 x 18,5 x 16,5 cm y 2,5 Kg de peso
  • Disponible en color negro o gris

Lo mejor de todo: su diseño

Lo primero que atrae del Beoplay M5 cuando ves sus fotos promocionales es su diseño, y cuando por fin lo tienes entre tus manos se reafirma la sensación de estar ante un altavoz premium. No es solo que en apariencia sea francamente bonito, sino que está fabricado con primor y una atención exquisita a los detalles.

Beoplay M5: Diseño

Como ves en las fotos, tiene una forma de cilindro, con unas medidas que hacen 16,5 cm de diámetro y 18,5 cm de alto, y un peso de tan solo 2,54 Kg. Su diseño es atractivo no solo porque sea bonito, sino porque es un altavoz compacto, que no abulta mucho y que con su ligereza podemos llevárnoslo a cualquier rincón de casa.

Pero fundamentalmente, es un altavoz que entra por los ojos. Lo rodea una funda mezcla de tela con lana de Kvadrat, que además tiene la ventaja de ser intercambiable. En la parte superior y en la base del altavoz, una mezcla de aluminio labrado y polímero con acabado mate le confieren una superficie con un tacto suave y que se siente al mismo tiempo duro y resistente.

Es un altavoz pequeño, ligero y con una apariencia elegante, sofisticada y moderna. El diseño es sencillamente impecable.

beoplay m5: Controles

La parte de arriba, de hecho, funciona como un disco que gira a ambos lados, y dispone de funciones táctiles para controlar la reproducción. Si giramos el disco a la derecha, subimos el volumen, y si lo giramos al lado contrario, lo reducimos. También está la acción de presionar el disco hacia abajo, lo cual inicia la reproducción o la detiene.

En la base del altavoz hay dos indicadores lumínicos, uno para el de encendido del aparato, y el otro para mostrar la conectividad inalámbrica. Y justo en la parte de debajo, están las conexiones físicas, en este caso la entrada para el cable de alimentación, un puerto Ethernet y una entrada auxiliar para cable mini-jack de 3.5mm.

El Beoplay M5 puede comprarse en color gris o negro. Ambas opciones son igual de atractivas, y el M5 luce estupendamente en la estantería, en un mueble, en la cocina, en el salón… Simplemente es uno de esos aparatos que destilan elegancia y que apetece dejarlos bien a la vista para presumir de ellos cuando recibimos visitas en casa.

Completísima conectividad inalámbrica

El Beoplay M5 viene con Bluetooth y WiFi, pero al mismo tiempo incorpora soporte para protocolos de comunicación inalámbrica, en concreto para Apple AirPlay, Chromecast built-in, Spotify Connect, la app propia de Bang & Olufsen Beolink Multiroom y Qplay 2.0, aunque este último no nos incumbe ya que se utiliza únicamente en China.

La configuración y ajustes iniciales se realizan con la app Beoplay. Aquí me he encontrado con algún problema, ya que me ha sido imposible configurarlo correctamente con esta aplicación, y he tenido que recurrir a otra app, la BeoSetup, para ponerlo en marcha.

Lo cierto es que el jaleo de aplicaciones de Bang & Olufsen es considerable, pues tiene hasta 5 aplicaciones, cada una con funciones distintas, cuando podría haber una sola que las reuniera todas. Además, no son el mejor ejemplo de aplicaciones intuitivas, y dan fallos constantemente. Las críticas y comentarios negativos de la gente, tanto en Google Play como en iTunes, dan buena cuenta de estos problemas.

Una vez configurado, podemos recurrir al Bluetooth para conectarnos con un móvil, un PC o una tablet, o bien usar las aplicaciones específicas con las que es compatible el Beoplay M5. No he tenido ocasión de probar el Airplay, pero tanto con Spotify Connect como con Chromecast la experiencia ha sido satisfactoria, aunque no libre de errores.

Beoplay M5: Conexiones

Por ejemplo, lanzando música con Chromecast he sufrido más de una interrupción en la conexión, deteniéndose la música sin saber muy bien por qué. La mayor parte del tiempo funciona bien, pero como ya digo, es mejor mantenerse lejos de la pobre experiencia que ofrecen la app de Bang & Olufsen y emplear Bluetooth o Chromecast con la aplicación que uses para escuchar música, que en mi caso es Tidal.

El protocolo Bluetooth que emplea es el 4.0, y el WiFi es de doble banda. Si la conectividad WiFi es limitada, puede hacerse uso del puerto Ethernet para conectarlo al router. Respecto a la entrada de línea auxiliar, el Beoplay M5 detecta cuándo se está utilizando, reproduciendo automáticamente el sonido que reproduzcas a través de ella.

En relación a la configuración del altavoz, la app Beoplay permite seleccionar un perfil de sonido en función de donde hayas colocado el altavoz. En teoría son tres: en un espacio libre de obstáculos, junto a la pared o en una esquina. Pues bien, la diferencia entre seleccionar uno u otro es inapreciable, por lo que esta función no sirve para nada.

Unos bajos poderosos para un sonido con poca amplitud

En cuanto a su sonido, tras varios días de escucha he encontrado algunas virtudes y algunos defectos.

Los transductores internos del Beoplay M5 se componen por un woofer, un mid-woofer y dos tweeters, uno frontal y otro trasero, todos ellos con amplificadores de clase D. Sobre el papel, un altavoz de calidad que debería proporcionar una buena experiencia de sonido.

Su principal punto fuerte es, sin duda alguna, los bajos. El Beoplay M5 ofrece una respuesta de graves diría que asombrosa para el tamaño de este altavoz. Los bajos son profundos, tienen una buena resonancia y una pegada considerable. No son los más refinados que he escuchado, pero tienen impacto y en ningún momento distorsionan, así que poco se le puede achacar en este sentido.

La respuesta de agudos es también notable. La presencia de esos dos tweeters se nota porque los agudos llegan muy arriba sin ser demasiado brillantes. Los medios, en cambio, sufren demasiado por el principal problema del M5: su escasa amplitud estéreo. Bang & Olufsen habla de un sonido True360, que en teoría dispersa el sonido en 360 grados.

La respuesta de graves es impresionante, los agudos tienen buena definición y el volumen puede subirse al máximo sin que haya distorsión, pero la falta de amplitud estéreo lastra el conjunto. Suena como un altavoz mono, cosa que no se corresponde con el precio que tiene.

Para ello, se emplea un tweeter frontal y otro trasero, pero el efecto es muy limitado. Realmente, para obtener un sonido estéreo con una amplitud medianamente aceptable he tenido que ubicarme a menos de dos metros del altavoz; en cuanto te alejas, el soundstage empieza a comprimirse y la separación de canales es nula.

beoplay m5: calidad de sonido

Por lo menos, el sonido es potente y llena el salón sin distorsionar en ningún momento, pero suena como un altavoz mono, algo impropio para un altavoz que cuesta [amazon fields=”B01MZ2DHRY” value=”price”]. Como resultado de esto, no puede calificarse al Beoplay M5 como un altavoz HiFi, pero es que ni siquiera supera en calidad de sonido a otros altavoces mucho más baratos. En este sentido, la relación calidad-precio palidece y hace del M5 un altavoz que, en efecto, tiene un diseño precioso, pero es poco apto para oídos exigentes.

Beoplay M5: Conclusiones

El Beoplay M5 es un altavoz que entra rápidamente por los ojos. Su combinación de diseño elegante, moderno, compacto y ligero, enamora al instante. Lástima que el sonido no esté a la altura de lo que indica su precio, y ni siquiera puedo agarrarme a su funcionalidad, pues las aplicaciones de Bang & Olufsen son un desastre, y la reproducción inalámbrica presenta fallos esporádicos.

El sonido del Beoplay M5 está solo un poco por encima del Sonos Play 1, que es muchísimo más barato. El Sonos Play 5, costando algo menos, le mete un buen vapuleo en cuanto a calidad de sonido y facilidad de uso, aún no teniendo Bluetooth ni Chromecast. Y por el mismo precio, tienes el Bowers & Wilkins Zeppelin, que también es mejor en todos los sentidos.

Podría arreglarse si hubiera la opción de emparejamiento estéreo con otro altavoz, pero la única opción de emparejamiento es para streaming multiroom en varias habitaciones. Y en cualquier caso, hubiese sido una solución demasiado cara, aún más de lo que ya es este Beoplay M5, un altavoz con buenas ideas e intenciones, pero con una competencia demasiado fuerte y demasiadas contras como para plantarles cara.

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